Protesis ayudaron a los egipcios a caminar
18 febrero 2011
Investigaciones realizadas en la Universidad de Manchester por la Dra. Jacky Finch, han demostrado que tres partes de madera y cuero del artefacto alojado en el Museo Egipcio de El Cairo, junto con una segunda pieza, el dedo del pie artificial de Greville Chester, que se exhibe en el Museo Británico, no sólo aparentaban la parte del cuerpo que faltaba, sino que constituyeron verdaderas prótesis, ayudando a sus dueños a caminar. Estos dedos de los pies artificiales están datados antes del 600 a. C., una fecha anterior a lo que hasta ahora se creía era la primera prótesis práctica conocida: la pierna romana de Capua.
Para demostrar la validez de la hipótesis de la Dra Finch, se
reclutó a dos voluntarios que habían perdido el gordo del pie derecho, con el fin de probar réplicas exactas de los dedos artificiales en el laboratorio del "Centro para la Rehabilitación y Rendimiento Humano" de la Universidad de Salford (Manchester). A los voluntarios se les pidió que usaran los dedos del pie artificiales con réplicas de sandalias egipcias y, mientras que ninguno de los diseños era el esperado para hacerlo exactamente como un dedo gordo real, uno de los voluntarios fue capaz de caminar muy bien con ambos dedos del pie artificiales. Una insignificante elevación de la presión bajo el pie fue grabada en el dedo gordo del otro pie, si bien ambos voluntarios dijeron que encontraron el dedo gordo de El Cairo particularmente cómodo.
El dedo de Greville Chester (hallado cerca de Luxor y elaborado antes del año 600 a. C., a partir de cartapesta, una especie de papel maché en el que se usó lino, cola y yeso) muestra signos importantes de desgaste, mientras que el dedo de El Cairo tiene ciertas características, tales como una simple bisagra, un borde frontal biselado y un alisado en el envés. Esas características y huellas de uso dieron la pauta a Finch para su hipótesis que sostiene que dichos artefactos constituyeron prótesis que fueron empleadas para caminar.
Al respecto la Dra Finch expresó: ""El desgaste en el dedo de Greville Chester y las destacadas características de diseño en el dedo de El Cairo me han llevado a especular que estos dedos de los pies fueron usados tal vez por sus dueños en vida y no simplemente adjuntados al pie durante la momificación por razones religiosas o rituales. Sin embargo, hasta que no fuimos capaces de poner a prueba las réplicas de ambos dedos de los pies empleando voluntarios en condiciones de laboratorio, seguía siendo dudoso si en realidad podrían ayudar a sus propietarios a caminar. Mis resultados sugieren que ambos diseños son capaces de funcionar como sustitutos de los dedos gordos de los pies perdidos, y de hecho pueden ser calificados como dispositivos protésicos. Si este es el caso, entonces parece que los primeros indicios de esta rama de la medicina debe ser firmemente establecida a los pies de los antiguos egipcios
En un artículo publicado por la Dra Finch en la revista médica Lancet, afirmó: "Para ser clasificados como verdaderos dispositivos protésicos el artilugio de sustitución debe satisfacer varios criterios. El material debe resistir las fuerzas corporales para que no haga ruidos o se rompa. La proporción es importante, y la apariencia debe ser lo suficientemente realista como para ser aceptable tanto por el usuario como por aquellos que le rodean. La prótesis debe también poder mantenerse limpia, por lo que debe ser fácil de poner y quitar. Pero lo más importante es que debe ayudar a caminar. Se considera que el dedo gordo soporta un 40% del peso del cuerpo y es el responsable de la propulsión hacia adelante, aunque aquellos que no los tengan puedan adapatarse bastante bien. Para determinar con precisión cualquier nivel de la función se requiere la aplicación de técnicas de análisis de la marcha a pie y utilizar cámaras integradas y dispositivos de medición de fuerzas (presión, tensión, etc.) colocados a lo largo de una pasarela".
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