Clarin Intolerante, contra la libertad de expresion del ciudadano
29 abril 2010
Los ciudadanos tuvimos que tolerar la caricatura de la Presidente Cristina Fernández que Hermenegildo Sabat hiciera en Clarín en el año 2008. Aquella donde este sujeto que describe su función como la de hacer comentarios políticos en forma de caricatura en el diario Clarín, dibujara a la Presidente de la Nación Argentina con su boca cruzada, como amordazada. El mensaje de aquella caricatura era bien claro. Lo fue para los ciudadanos como lo fue también para la Sra. Presidente quien reconoció en dicha caricatura un mensaje cuasi mafioso. Lo era.
De ese irrespetuoso comentario político en forma de caricatura hecho por Sabat, Clarín adujo que cualquier reclamo que se hiciera por la caricatura era violentar la libertad de expresión de Sabat.
El nueve de Abril los ciudadanos salimos a manifestarnos para que la Justicia no privilegie el interés económico de particulares sobre el bien común, tal como está haciendo en el caso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Nos manifestamos reclamando a la Justicia que recuerde que es el bien común aquel que debe ser privilegiado y no los oligopolios mediáticos.
En dicha manifestación se vieron carteles, portados por los ciudadanos, donde aparecían diversos periodistas que trabajan para el Grupo Clarín, con la boca cubierta por un billete. La libertad de expresión de los ciudadanos entendió que esos carteles resumían su opinión respecto de esos periodistas que, aunque atados a la línea editorial del oligopolio para el cual trabajan, se autodenominan independientes. Sí, independientes de criterio...
Ante tal manifestación de la libertad de expresión ciudadana, el grupo Clarín junto con sus periodistas in the pendientes, montó una mise en scene para victimizarse, plañiendo que tales carteles eran intimidatorios y los vulneraban en su libertad de expresión. Si, los muy desaforados periodistas consideran que la libertad de expresión ciudadana vulnera la libertad de expresión de los periodistas (un supuesto de los periodistas in the pendientes que deja bien claro cual es la posición que los medios se arrogan ante la sociedad)
Los periodistas en cuestión se han quejado porque los funcionarios de gobierno no se manifestaron horrorizados condenando las pancartas con las que los ciudadanos concurrieron a la marcha a favor de la Ley de Medios de Comunicación Audiovisual; pancartas realizadas por esos mismos ciudadanos como una forma de expresarse, ejerciendo su libertad de conciencia y expresión. Entonces ¿por qué debían de ser condenadas dichas pancartas? ¿Acaso los ciudadanos no podemos ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión?
Los desubicados periodistas que se dicen vulnerados incluso concurrieron al Senado para, entre lágrimas, decir que se sienten agredidos por la libertad de expresión de la ciudadanía, que con total desparpajo se manifiesta en pos de sus derechos y nadie hace nada!
¿Estarán enterados estos periodistas que la libertad de expresión es un derecho de todos los ciudadanos y no una exclusividad de los periodistas?
El Senado saldrá ahora a respaldar este derecho para toda la ciudadanía?
Será que los medios y sus periodistas se consideran a sí mismos como los únicos ciudadanos de pleno derecho y todos los demás ciudadanos lo somos pero de segunda categoría?
Parecería que si, el Grupo Clarín, por lo visto, nos considera cual kelpers.
