
Un grupo abierto a las ideas de Democracia y progreso... Así se presentó el grupo Aurora de una nueva república, que nuclea al escritor Marcos Aguinis, al decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Atilio Alterini, al ex vicepresidente de Raúl Alfonsín, Víctor Martínez, a Jorge Vanossi e Hipólito Solari Yrigoyen, entre otros.
El grupo pretende erigirse en la contracara del grupo Carta Abierta, al cual denostan por haber surgido en respaldo de las instituciones durante el lock out y salvaje extorsión contra el Estado y la sociedad argentina perpetrados por los grupos económicos sojeros. No obstante la mencionada crítica a Carta Abierta, Sabsay afirmo que Aurora “ surge para defender las instituciones. Y allí radicó su fundamental diferencia con Carta Abierta... Parecería que el grupo Aurora nace confundido en su intento de arrogarse como exclusividad suya el interés por la defensa de las instituciones.
Sabsay continuó refiriéndose al grupo intelectual Carta Abierta con la clara intención de descalificarlo, a tal fin afirmó: “Son personas vinculadas por intereses, está comprobado que cobra el 90%" de sus integrantes”
Nótese lo burdo del discurso del “intelectual” Sabsay, dice que “Carta Abierta” es un grupo de personas vinculadas por intereses. En In Poculis nos preguntamos que es lo que vincula a los miembros de “Aurora” ¿Es que acaso no tienen intereses ni fines?
Sabsay en una demostración cabal de sus capacidades intelectuales, que, suponemos, habrán de ser las mismas que la de su grupo “Aurora”; hace aún más burdo su discurso apelando a la descalificación lisa y llana a fin de intentar desprestigiar al grupo Carta Abierta, mientras intenta caracterizar a “Aurora”
Así, desde su misma presentación, la actuación los recursos discursivos e intelectuales del grupo “Aurora” parecen limitarse a la descalificación del otro en lugar de propuestas argumentales fundadas y claras.
¿Será ese el futuro que nos espera tras esta Aurora?
¡Los hados nos libren! De ser así no nos queda más que rogar porque este madrugado grupo se mantenga como hasta ahora: solo un eslogan y ningún documento que contamine la sociedad con los viciados aires que soplan desde el conservadurismo.
El grupo continúa las estrategias planteadas por los productores sojeros durante la agresión que emprendieron contra el Estado, la Democracia y la sociedad argentina, embanderarse con simbologías de connotaciones patrióticas, a fin de apropiarse para el grupo la idea de patriotismo frente al otro extraño, alienígena, opuesto a la patria. No por nada el nombre elegido por el grupo de marras, Aurora, como la oda a la bandera. Así, camuflándose con simbologías patrias, tal como hicieron los sedicioso sojeros, juegan con las emociones del pueblo a fin de penetrarlo culturalmente con la particular y particularista noción de democracia que el grupo pretende defender: aquella donde, paradojicamente, se precariza tanto la soberanía nacional como la soberanía popular.
Con la aparición de este grupo se termina de delinear las estrategias de penetración cultural de la derecha y su aparato propagandístico, que se completa con La Nación y Clarín; cuyo fin es legitimar e internalizar el discurso de la derecha al interior de la sociedad.
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