Un vasito de ron
24 noviembre 2009
Este post debió ser publicado el día 01 de Noviembre de este año, pero por diversas cuestiones dicha publicación se fue postergando en el tiempo. No obstante ello me es menester realizar este post en memoria de aquel que me hiciera maravillarme con el mundo de los mitos y los símbolos. Me refiero al padre de la Antropología moderna, Claude Levi Strauss, quien fallecio a principios del mes de Noviembre de este año; a tan solo 27 días de cumplir los 101 años de edad.
Claude Lévi-Strauss nació en 1908 en Bruselas. Sus primeros trabajos los realizó en Brasil, durante una misión cultural entre 1935 y 1939, pero con "La vida familiar y social de los indios nambikwara" y "Las estructuras elementales del parentesco", en 1948, comenzó su colección de publicaciones, entre las cuales destacan "Tristes trópicos" (1955), "El pensamiento salvaje" (1962) y los cuatro tomos de sus "Mitológicas" (1964-1971).
Levanto un vasito de ron recordando a este eminente pensador frances maestro de antropólogos.
En memoria del maestro dejo aquí, para quien guste bajarla, su obra "Tristes Trópicos", uno de cuyos capítulos sirvió para titular este post.
Claude Levi Strauss 
3 comentarios:
Hace poco estuve leyendo la cálida Alfarera celosa. Un fenómeno el viejo. Abrazo.
Muy buen articulo...me interesa todo lo relacionado a culturas antropologicas..besos.
Recuerdo especialmente la Antropología estructural y Tristes trópicos. También dos reportajes: uno hecho por otro por Charles Charbonier editado por Siglo XXI, realmente reveladores. En uno de ellos desarrolla compara a las sociedades históricas, y a las forjadoras del capitalismo en particular, con mecanismos termodinámicos, que funcionan por combustión de sus miembros, devorando a sus componentes para pfuncionamiento de las sociedades las ágrafas que lo hacen como mecanismos de relojería, que renuevan su funcionamiento a través de rituales que cíclicamente les insufla vitalidad, que son como un darse cuerda, nueva energía que logra preservando a sus miembros. Con el viejo Levy Strauss se nos fue uno de los pocos sabios que nos andaba quedando en este ingrato cascote. Gracias por el recuerdo,
Turco
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